Las autoridades capturaron esta madrugada al presidente de Alianza FC, Pedro Hernández, y a los empleados del equipo albo Edwin Abarca, gerente de Seguridad, y Zoila Córdova, gerente financiera, como presuntos responsables de la tragedia del sábado recién pasado en el Estadio Cuscatlán, que dejó 12 fallecidos a raíz de una estampida.
En el mismo procedimiento fueron capturados con órdenes administrativas giradas por la Fiscalía General de la República (FGR), Reynaldo Avelar Contreras, gerente general de EDESSA, empresa propietaria del escenario deportivo, y Samuel García Montano, encargado de las llaves del estadio.
A los capturados, la Fiscalía les atribuye los delitos de Homicidio Culposo, Lesiones Culposas y Estragos Públicos, por la estampida durante el partido de vuelta entre Alianza y FAS por los cuartos de final del torneo Clausura 2022-2023.
«Luego de realizar las diligencias de investigación, se ha logrado individualizar a los responsables de la tragedia ocurrida en el Estadio Cuscatlán», señaló la Fiscalía respecto a las capturas de anoche. Además, consignó en su informe que las puertas que habían sido habilitadas para el juego de esa noche «no eran suficientes para el número de aficionados, además que no fueron abiertos con suficiente anticipación para el ingreso del público.
Por otra parte, la investigación fiscal determinó que, al agotar las entradas disponibles para el juego, los organizadores «decidieron comercializar ilegalmente boletos emitidos para juegos anteriores», lo que considera la FGR una de las causas de la mortal avalancha.
«La negligencia en la organización y la avaricia, al realizar una sobreventa, generó una avalancha humana que provocó la pérdida de vidas, además de lesiones y de poner en riesgo la seguridad de los asistentes», planteó la representación fiscal en su informe.