La estadounidense Elizabeth Holmes, acusada de estafar a inversionistas con la leyenda de que su empresa #Theranos estaba creando tecnología capaz de utilizar unas pocas gotas de sangre para detectar numerosas enfermedades, ingresó hoy a una prisión de Texas a cumplir una condena por una estafa millonaria.
Con una refinada manipulación, Holmes y sus ejecutivos montaron una farsa que engañó a decenas de inversionistas, quienes financiaron a Theranos con unos $1,000 millones, mientras la embaucadora prometía grandes ganancias. La estafadora fue condenada a 11 años de cárcel.
Además de la sentencia de prisión, Holmes y sus socios fueron condenados a devolver 452 millones de dólares estafados a decenas de inversionistas, que depositaron su confianza en una empresa que se vendía como exitosa, al igual que su creadora, a quien se le llegó a llamar la «nueva Steve Jobs» de Sillicon Valley.
Cada vez con más frecuencia, la filosofía “fake it till you make it” (fíngelo hasta conseguirlo) es practicada por empresarios de la tecnología en Sillicon Valley, quienes buscan atrapar inversionistas, en muchos casos, con proyectos ambiciosos, pero fallidos, como Enron.