Recientemente, el Ministerio de Medio Ambiente informó que, en las costas salvadoreñas, se ha registrado el avistamiento de dragones marinos; una especie originario del océano Atlántico, pero que pudo haber sida arrastrada por las corrientes de viento.
Su nombre científico es ‘Glaucus atlanticus’, llegan a alcanzar una longitud de entre tres y cinco centímetros; y son parientes de las babosas marinas. Estos dragones se alimentan de medusas y en sus estómagos guardan toxinas que pueden liberar al sentirse amenazados.
Pero a pesar de parecer inofensivos, autoridades de Medio Ambiente detallaron que su daño es similar al de una medusa al hacer contacto con la piel; por lo que recomendaron no tocarlos, ya que pueden causar lesiones en la piel y complicaciones en personas sensibles.