Hargududo, un pueblo de la región somalí de Etiopía, ha pasado 18 meses sin registrar una gota de lluvia durante ese periodo, lo que ha causado la muerte de algunos animales de granja en una aldea seminómada.
“Los que tenían digamos 300 cabras antes de la sequía solo les quedan de 50 a 60, en algunas (…) ninguna sobrevivió”, expresó uno de los aldeanos.
En otras regiones como Somalia o Kenia, también apenas ha registrado precipitaciones desde 2020. Pero en Etiopía no solo está afectando el fenómeno, sino el conflicto en la zona norte en la región de Tigray.
Según estimaciones de la Oficina de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (Ocha), cerca de 1,5 millones de cabezas de ganado ha muerto por causa de la sequía y otros animales han empeorado sus condiciones físicas, este fenómeno ha deteriorado gravemente reduciendo su valor en el mercado.
Esta sequía en el Cuerno de África ha acabado el tema de pastoreos y ha dejado 20 millones de personas en la inanición.