Por tercer día consecutivo, siguieron este miércoles las operaciones de corazón abierto en el Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom de San Salvador, con lo cual se mejora la calidad de vida de los pacientitos y se reduce la lista de espera de cirugías de ese tipo.
Las complicadas operaciones se realizan de forma articulada entre médicos salvadoreños y del Hospital de Niños C.S Mott, de Michigan, en los Estados Unidos, quienes no escatiman esfuerzos por devolver las ganas de vivir a los niños.
Se explicó que las cirugías de corazón abierto son de mediana y alta complejidad que requiere de profesionales comprometidos en salvar la vida de los niños.
Al llegar los pacientitos a los quirófanos, se inicia el procedimiento anestésico, además de la limpieza en la piel con un antiséptico, que tiene como objetivo reducir el riesgo de infecciones de la herida quirúrgica.
Los perfusionistas prepararán todo para operar la máquina de circulación extracorpórea que ayuda a mantener el flujo de sangre a los tejidos del cuerpo y regular los niveles de oxígeno, por lo que son integrantes esenciales del equipo cardioquirúrgico.