La cadena de noticias estadounidense CNN obtuvo acceso exclusivo al interior del Centro de Confinamiento de Terroristas (CECOT), donde se encuentran detenidos los cabecillas de las pandillas que operaban en El Salvador.
David Culver recorrió las instalaciones de alta seguridad con funcionarios de la prisión y captó testimonios de primera mano de los reclusos.
“Una vez que fue la “capital mundial del asesinato”, ahora es mucho más segura y la vida familiar y los negocios han regresado a las calles”, indica.
Agrega que no hay privacidad, ni rastro de comodidad. Guardias armados y enmascarados brindan vigilancia constante y las luces están encendidas las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
“La prisión está rodeada de múltiples vallas electrificadas y 19 torres de vigilancia que rodean la instalación, construidas de forma aislada en una zona rural alejada de cualquier población. Los puestos de control comienzan antes de que veas los edificios, se registran los vehículos y se verifican las identidades. Las señales de los móviles desaparecieron cuando nos acercamos a la imponente puerta de acero de la prisión, la única forma de entrar o salir”, confirma.
Además, se refiera a la vida cotidiana que ahora pasan los salvadoreños en sus colonias.
“Le preguntamos a un hombre de unos 50 años qué se siente al tener una presencia militar tan imponente justo en la puerta de su casa. Salvador Molinas, que se pone una camiseta, nos cuenta que, de hecho, los soldados lo tranquilizan y señala que esa fuerza visible es la razón por la que ahora se siente lo suficientemente seguro como para dejar que sus hijos adolescentes vayan solos a la escuela y a sus salidas sociales”, constató.