“Gracias a Dios y gracias a este pueblo noble y unido, pasamos de ser el país más inseguro del mundo, a ser el país más seguro de todo el hemisferio occidental. Ahora, en estos próximos cinco años esperan a ver lo que vamos a hacer”, afirmó el Presidente Nayib Bukele.
Lo que no pudieron en 30 años otros gobiernos con sus fórmulas fracasadas, el presidente Nayib Bukele lo logró en menos de cinco años: Convertir a El Salvador en el país más seguro de todo el hemisferio occidental, tras décadas de liderar la lista de las naciones más peligrosas del mundo.
Durante el gobierno del presidente Nayib Bukele, El Salvador dejó de encabezar las portadas de los medios de comunicación nacionales y del mundo en las que solo se destacaban los brutales crímenes de las pandillas y ahora es un referente en temas importantes en seguridad ciudadana, salud, turismo, entre otros, devolviendo la esperanza al pueblo salvadoreño.
El 27 de marzo del 2022, el Presidente Nayib Bukele declaró la guerra contra las pandillas, causantes de la mayoría de los asesinatos y demás delitos de alto impacto en la sociedad.
Amparado con el régimen de excepción y el Plan Control Territorial, el jefe de Estado ordenó a sus fuerzas de seguridad ir tras esos grupos criminales, capturar a sus miembros, confiscar propiedades, vehículos, armas, celulares y drogas, financiados con el dinero producto de las extorsiones que agobiaban a los salvadoreños.
Ha sido necesario prorrogar 26 veces el régimen de excepción por la Asamblea Legislativa a fin de continuar con las capturas de los pandilleros que a la fecha suman 80,200 y el decomiso de 4,127 armas de fuego, 8,774 vehículos y 20,586 celulares.
“Durante el medio siglo de guerra que vivió nuestro país, siempre nos dijeron que era imposible vivir diferente. Ahora que al fin lo hemos logrado, hacen todo lo posible para que volvamos al pasado”, destacó el presidente Nayib Bukele.
El éxito de la guerra contra los grupos criminales, catalogados como terroristas por las leyes salvadoreñas, ha logrado registrar 612 días sin homicidios en la gestión del presidente Nayib Bukele.
Los registros indican que la caída de los asesinatos en el país lo mantiene con una tasa de 2.3 homicidios por cada 100,000 habitantes.
La construcción del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) selló el fin de las pandillas en El Salvador, recluyendo a sus cabecillas que por décadas ordenaron brutales asesinatos, extorsiones, violaciones, desalojo de familias enteras de colonias y una cadena de crímenes.