Ante la presión de diferentes sectores, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol(RFEF), Luis Rubiales, anunció a su equipo de colaboradores que este viernes presentará su dimisión al cargo, luego que la indignación por su beso en la boca a la seleccionada española, Jennifer Hermoso, fuera catalogado como acoso, ya que no lo hizo con el consentimiento de la futbolista.
Tras el hecho, que ocurrió durante la celebración del campeonato mundial de fútbol femenino, que ganó la selección de España, en Sidney, Australia, el círculo en torno a Rubiales se fue cerrando hasta obligarlo a dimitir, luego que el gobierno español y la misma FIFA se pronunciaran al respecto.
Entre el domingo, día de la final, y este jueves, la situación para Rubiales solo siguió empeorando, luego que salieran a la luz una serie de situaciones que ocurrieron detrás del escenario, como la solicitud del presidente de la Federación a la futbolista para que le acompañara en una comparecencia pública donde el dirigente se disculparía de su acción, pero acuerpado por Hermoso. La jugadora se negó.
Este mismo jueves, la Comisión Disciplinaria de la FIFA abrió un procedimiento disciplinario contra el presidente de la RFEF. La entidad señaló que la conducta de Rubiales podría constituir violación a los artículos 13.1 y 13.2 del Código Disciplinario de ese organismo rector del fútbol mundial.
«La FIFA reitera su compromiso absoluto con el respeto a la integridad de todas las personas y por lo mismo condena con el mayor vigor todo comportamiento en contrario», afirmó en un escueto comunicado.