El delantero del Real Madrid compareció ante los medios sobre su situación en España y lamentó que sea objeto de permanente acoso por el racismo.
«España no es un país racista, pero hay muchos racistas y muchos de ellos están en los estadios», respondió el joven delantero.
Vinicius ha tenido que lidiar contra permanentes campañas de discriminación que ha propiciado una tristeza y enojo constante cada vez que visita un estadio.
«Cada vez me siento más triste, cada vez tengo menos voluntad de jugar», respondió en un tono de tristeza, del que no está dispuesto a que mine su carrera.
El brasileño se desahogó con los medios y agradeció a sus compañeros que siempre lo han apoyado para que no baje la guardia en su forma de jugar y que lo está llevando muy lejos.