¿Porqué los perros temen a los fuegos artificiales?

Cuando la algarabía de año nuevo se expresa con música, abrazos y fuegos artificiales hay unos seres que no parecen tan emocionados como los humanos y esos son los perros. Más que felicidades, la mayoría de los peluditos expresan angustia, confusión y miedo a los fuegos artificiales, pero ¿cuál es su origen?.

Este es un fenómeno que están investigando científicos de todo el mundo expertos en la conducta animal, señaló en un artículo la revista Smithsonian.

Destaca el artículo que ‘los perros son conocidos por su destreza olfativa pero además estos animales escuchan más del doble de frecuencias que los humanos, y también pueden escuchar sonidos aproximadamente cuatro veces más lejos».

Así mismos, que los caninos reaccionaran a cada sonido exigiría demasiada energía, por lo que el cerebro de los perros debe determinar qué sonidos son significativos y cuáles pueden ignorarse. Esta “flexibilidad auditiva” es «especialmente importante para los perros de trabajo; por ejemplo, las vidas dependen de la capacidad de los perros militares y los perros de detección para mantener la calma a pesar de los sonidos fuertes y las explosiones que pueden encontrar», señala el artículo.

Otra investigación encontró que un grupo de perros que habían sido sometidos a sonidos de una tormenta eléctrica registraban más altos niveles de cortisol en el pelo que otros que habían estado expuestos a ruidos más comunes en su entorno como los ladridos de otros perros.

«Los perros con niveles más altos de cortisol en el pelo también mostraron altos índices de esconderse, huir y buscar la atención de los humanos cuando estaban expuestos a los sonidos de la tormenta», agregó el artículo.

 

Otra investigación más reciente y contradictoria descubrió que unos perros con menores niveles de cortisol respondían de manera más miedosa y ansiosa a los ruidos fuertes, lo que pondría en duda la primera hipótesis.

 

El equipo investigador planteó la hipótesis de que «estos perros pueden haberse desregulado después de la exposición crónica, lo que lleva a un estado de hipoactividad del HPA o ‘agotamiento vital’.

Lo anterior significa que los perros ya no activaban sus alertas al escuchar los sonidos estridentes porque se habían adaptado tanto a esos ruidos que ya pasaban desapercibidos para ellos.

 

«En otras palabras, los perros sintieron una ansiedad tan constante que sus mecanismos internos ya no respondió, de manera similar a los humanos con estrés crónico que sienten que ya no pueden hacer frente a la situación», dijo Smithsonian.

 

Stefanie Riemer, que estudia perros y sus emociones, afirma que un método efectivo para contrarrestar el miedo canino a los cohetes es el contracondicionamiento, es decir, que los dueños no reaccionen ante esta situación escondiendo al perro sino, al contrario, hacerle agradable el momento cuando se escuchan los fuegos artificiales para que no lo asocie con algo malo.

«El riesgo de miedo aumenta con la edad en los perros, lo que puede estar relacionado con el dolor, pero también con la forma en que perciben el sonido. Los perros mayores primero pierden la capacidad de detectar sonidos de mayor frecuencia, lo que les brinda importantes pistas de ubicación. La incapacidad para localizar los sonidos puede aumentar la gravedad del estrés de un perro»,  destaca el artículo.

 

 

 

 

 

 

 

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