Sacos de boxeo, maletas y hasta bolsas plásticas eran utilizadas por pandilleros para ingresar armas y otros objetos ilícitos al interior de las cárceles, según han coincidido varios de los testigos presentados por la Fiscalía General de la República (FGR) en el caso “Tregua” contra el expresidente Mauricio Funes.
Los encargados del centro de monitoreo e inteligencia, y los subdirectores de seguridad de los centros penales de Izalco, en Sonsonate y Zacatecoluca en La Paz han relatado los hechos acontecidos durante el pacto entre el primer gobierno del FMLN y grupos delincuenciales.
Los mediadores del “proceso” Fabio Colindres, Raúl Mijango, Roberto Díaz y al padre Antonio Rodríguez, colaboraban con el ingreso de objetos ilegales y cuando la seguridad del penal intentaba requisarlo, estos realizaban llamadas para que los dejaran pasar sin el debido procedimiento.
En ese entonces, una requisa no programada dio con más de 50 celulares que fueron confiscados, pero que al final del día fueron regresados a los delincuentes por ordenes de superiores.
Además de Funes, quien es procesado como reo ausente, en el caso figura como imputado el exministro de Defensa David Munguía Payés, quien es señalado de garantizar los beneficios a los pandilleros.