La Fuerza Armada de El Salvador ubicó a dos pandilleros en el desvío de Amayo, Tejutla, en Chalatenango durante un patrullaje en la zona.
Uno de ellos intentó confundir a las militares disimulando los tatuajes alusivos a las estructuras criminales con otros diseños.
Sin embargo, los miembros de la institución castrense identificaron que se trata de un pandillero que delinquía en la zona.
El otro está perfilado como miembro de la MS-13, por lo que ambos fueron trasladados a la Policía Nacional Civil para su respectivo proceso judicial.