En una contundente entrevista ofrecida esta noche, Miguel Ángel Cardoza, exmagistrado del Tribunal Supremo Electoral (TSE), lanzó un llamado enérgico a reestructurar profundamente el organismo electoral del país. Cardoza abogó por la eliminación de la influencia directa de los partidos políticos en la conformación del TSE, proponiendo una transformación hacia un ente técnico y profesional.
«Es hora de separar las funciones del TSE y convertirlo en un organismo técnico, donde los partidos políticos tengan un rol de observadores y no de actores directos,» afirmó Cardoza. «Debemos seguir el ejemplo de México y otros países que han avanzado en la creación de instituciones electorales verdaderamente independientes y técnicas.»
El exmagistrado fue claro al señalar que la actual presencia de los partidos dentro del TSE socava su funcionalidad y autonomía. «La influencia partidaria en el Tribunal Supremo Electoral ha sido una barrera para la verdadera independencia y eficacia de nuestras elecciones. Es fundamental replantear esta dinámica para asegurar que el TSE funcione de manera óptima y justa,» subrayó.
La propuesta de Cardoza no es una simple sugerencia técnica, sino un llamado a la acción para una reforma estructural que podría redefinir el panorama político-electoral de El Salvador. En un contexto donde la credibilidad de los procesos electorales está en juego, la implementación de un organismo técnico sin la intervención directa de los partidos es vista como una necesidad urgente para consolidar la democracia en el país.
Estas declaraciones llegan en un momento crítico, donde se cuestiona la transparencia y la imparcialidad de los procesos electorales. La postura de Cardoza busca encender un debate necesario y urgente sobre la independencia del TSE, desafiando el statu quo y promoviendo una visión de un sistema electoral más robusto y confiable.
La visión de Cardoza representa un golpe directo a la estructura actual, invitando a la clase política y a la ciudadanía a considerar seriamente una reforma que podría marcar un antes y un después en la historia electoral de El Salvador.
