Los sindicatos franceses realizaron este 7 de marzo una de las movilizaciones más grandes de la historia en contra de la reforma de las pensiones de Emmanuel Macron. Más de un millón de personas se manifestaron y paralizaron buena parte del país.
Las protestas registraron choques aislados con las fuerzas de seguridad en varias ciudades, entre ellas París, donde se detuvo a 43 personas, según la policía.
La nueva jornada de protestas estuvo marcada por las complicaciones causadas en el transporte público, así como por los bloqueos de carreteras en algunas zonas del país, los trenes anulados, las escuelas cerradas y el bloqueo de combustibles.
Los sindicalistas han pedido al gobierno que no se apruebe la reforma, y es que la iniciativa se encuentra en plena fase de tramitación parlamentaria. El plan de Gobierno plantea aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años, ampliar los años de cotización necesarios para recibir la pensión máxima y eliminar los regímenes específicos que existen a día de hoy para ciertos sectores.
Esta movilización fue la sexta contra la reforma y los principales sindicatos han convocado a una nueva jornada de protestas para el sábado 11 de marzo.