El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y el exmandatario Luis Inácio Lula da Silva se acusaron mutuamente de corrupción y de tener nexos con criminales en el último debate de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en ese país.
Lula se impuso en la primera elección, pero no pudo evitar el balotaje debido a que no superó el 50 % de los votos válidos, por lo que la segunda visita a las urnas está prevista para el 30 de octubre.
Durante el debate, Bolsonaro dijo a Lula que «tiene amistad con bandidos. En la favela no había un policía a su lado, solo había traficantes».
El expresidente contestó señalando a Bolsonaro de tener relación con grupos criminales que controlan las favelas. «Bolsonaro sabe que quien cuida del crimen organizado no soy yo. Quien tiene relación con milicianos no soy yo. Y él sabe quién es», dijo.
En el debate salió el tema de Nicaragua y Daniel Ortega donde Bolsonaro dijo que Lula era amigo de dictadores. «Hablemos de su amigo Daniel Ortega, que está echando sacerdotes de Nicaragua, cerrando canales de televisión», añadió.
Lula respondió que si Ortega se equivoca que sea el pueblo de ese país el que lo saque del poder.