Cuando queremos hacer un dibujo del cielo no dudamos mucho a la hora de elegir de qué color pintar el Sol, pues casi siempre elegimos el amarillo.
Incluso si queremos que sea más colorido le agreguemos unos rayos naranjas y rojos. Sin embargo, el centro del sistema planetario no es ni amarillo, ni naranja, ni rojo.
Si vemos al sol con un prisma, se nota que la luz solar se divide en rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta, es decir, todos los colores del arcoíris.
¿Se puede decir entonces que el Sol es multicolor? La respuesta es no. Y es que, el Sol realmente los está emitiendo todos a la vez, de forma que el color que lo caracteriza es la mezcla de todos ellos: el blanco.
Pero, ¿por qué parece ser de color amarillo? De acuerdo con expertos, como en la mayor parte de los efectos ópticos, esto se debe a la atmósfera terrestre.