En las instalaciones del CENABI se amplió el almacenamiento de vacunas, implantes ortopédicos y otros insumos médicos
Una de las herencias de alto impacto que dejó la acertada gestión del Presidente Nayib Bukele durante la pandemia, es el Centro Nacional de Biológicos (CENABI), que funciona a nivel nacional para almacenar vacunas en temperaturas adecuadas.
Antes de la pandemia del Covid-19, El Salvador contaba con paupérrimas instalaciones para almacenar vacunas para la población, pero eso cambió con la creación del CENABI en Soyapango y con 14 cuartos fríos en todo el territorio nacional.
Este es un espacio que ahora tiene una gran capacidad de resguardo y cuenta con una de las mejores cadenas de frío de la región.
El Salvador por décadas no contó con instalaciones ni la tecnología idónea para almacenar correctamente las vacunas y ahora hasta se pueden almacenar implantes ortopédicos y otros insumos que se utilizan en la medicina.
A cuatro años de la pandemia del Covid-19, El Salvador salió fortalecido con el CENABI, el más grande de la región, con capacidad para almacenar siete millones de vacunas en ultra baja congelación para garantizar la protección de la población.
Durante la pandemia el CENABI fue una herramienta que resguardó la salud de la población porque se preservó la calidad del biológico y ahora continúa su legado.