El Salvador mantiene un control epidemiológico en el territorio para evitar riesgos de salud en la población.
El Ministerio de Salud concentra parte de sus esfuerzos en encontrar el origen de infecciones que puedan afectar el bienestar de la población.
Por eso, el actual gobierno ha fortalecido la vigilancia epidemiológica en el país, a la vez que sigue promoviendo la investigación para avanzar en temas de salud pública de interés para el país.
Después del COVID-19, el país cuenta con más especialistas en epidemiología e investigación, lo que, según el Minsal, ha contribuido a controlar enfermedades endémicas como el zika, chikungunya y dengue.
«Hemos cerrado el año con un control epidemiológico. Llevamos tres años sin letalidades por dengue, lo que quiere decir que las estrategias aplicadas han sido exitosas y contundentes», afirmó el ministro de Salud, Francisco Alabi.
El Salvador, además, está libre de malaria, un logro que ha sido reconocido a escala internacional por el manejo de esta enfermedad.
Por otro lado, el titular de Salud sostuvo que, a la fecha, no registran aumentos de enfermedades respiratorias en el territorio, sin embargo, dijo que la vigilancia epidemiológica permanece y, en caso de detectar cualquier patología que pudiera afectar a la población, se activarán los mecanismos y protocolos necesarios.
«Seguiremos cumpliendo el objetivo designado que es garantizar la salud de los salvadoreños. Continuaremos haciendo lo humanamente posible por brindar todas las medidas de prevención y protección ante las distintas enfermedades que pudieran afectar a la población», reiteró Alabi.
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