El presidente de la República, Nayib Bukele, brindó este martes su discurso ante la 78a Asamblea General de Naciones Unidas, donde destacó los avances que ha tenido el país durante los cuatro años de su gobierno, los que incluyen la reducción de la violencia a partir de las decisiones soberanas tomadas por su administración.
Bukele manifestó que El Salvador decidió trazar su propio destino ignorando recetas fracasadas impuestas, que nunca ayudaron al país. «Decidimos arriesgarnos, no aceptamos el destino que otros nos habían trazado», afirmó el mandatario en su discurso.
«Hoy, a cuatro años de nuestro gobierno, nadie se atreve ni siquiera a negar que, por primera vez en nuestros 202 años de historia, el país más pequeño del continente ha dado sus primeros pasos para lograr su sueño de grandeza», dijo Bukele ante los presidentes y representantes de otras naciones.
El presidente Bukele destacó que, en muy poco tiempo, «El Salvador pasó de ser la capital mundial de los homicidos, de ser el país más peligroso del mundo, a ser el país más seguro de América Latina».
Bukele manifestó que en el pasado, las potencias extrajeras impusieron al país su propia agenda, como la guerra civil (1980-1992) que respondía en ese tiempo al conflicto entre Estados Unidos y la Unión Soviética, y al finalizar el conflicto armado, también se arregló un acuerdo de paz que favoreció a las dos partes en conflicto y no a la población.
Luego, con la transición a la posguerra y el surgimiento de las pandillas, también se le impuso a los ciudadanos una convivencia con las pandillas a través de la política de derechos humanos a favor de los delincuentes.
Con el inicio de su gobierno, todos aquellos grupos que ignoraron el clamor de la población ante la violencia de las pandillas, ahora han puesto el grito en el cielo y piden respetar los derechos de los delincuentes, dijo el presidente.
El presidente defendió la sustitución de jueces, magistrados de la Sala de lo Constitucional, el fiscal general y otros funcionarios del sector justicia, como parte de la depuración para reducir la violencia.
«Si hubiésemos dejado a los magistrados de la Sala (de lo Constitucional) anterior, si hubiésemos dejado los jueces, seguiríamos siendo la capital mundial de los asesinatos«, señaló el mandatario en la ONU.