La Guardia Costera de los Estados Unidos y la empresa Ocean Golden dieron por fallecidos a los cinco pasajeros del sumergible Titán, que desapareció de los radares el domingo pasado y en cuya búsqueda participaron barcos, aviones y otros equipos especiales dotados con alta tecnología.
Jonh Mauger, contraalmirante de la Guardia Costera, explicó en conferencia de prensa que el Titán tuvo una «implosión catastrófica» que posiblemente generó un sonido significativo de banda que las boyas del sonar «habrían captado».
El casco del sumergible, construido de fibra de carbono, cedió a la gran presión de la profundidad marina, matando en el acto a todos los tripulantes del Titán, según la hipótesis de los expertos.
El pequeño submarino se trasladaban el empresario británico Hamish Harding; el aventurero francés Paul-Henry Nargeolet; Shahzada Dawood, millonario originario de Paquistán y su hijo, Suleman, además de Stockton Rush, de OceanGate.
Las autoridades habían informado previamente a la declaratoria de muerte, que habian encontrado escombros que parecían pertenecer al Titán y posteriormente confirmaron que se trataba de partes del vehículo acuático.
Los restos fueron ubicados a una distancia de 1, 600 metros de done yace una parte de lo que fue el Titanic, hacia donde se dirigían precisamente los cinco tripulantes del Titán