Un grupo de monjes alemanes encontraron la fórmula de la cerveza en polvo. Un invento que mantiene, según ellos, todo el sabor del trago. Al polvo solo hace falta agregarle agua y mezclar para que parezca una cerveza de toda la vida.
Además, es una contribución a la industria de esta bebida para reducir su huella ambiental.
«Hemos calculado que, en lo que respecta a Alemania, podemos ahorrar entre un 3 y un 5% de las emisiones de CO2. Y si lo miras globalmente, eso sería alrededor de la mitad de las emisiones de CO2 en todo el mundo que podríamos reducir. Por supuesto, eso no es mucho al principio, pero en todo el mundo es una suma gigantesca”, sentenciaron los creadores de la nueva bebida.
El equipo tiene planeado probar este polvo en el mercado, en pequeñas cantidades hasta mediados del 2023, pero el plan es empezar pronto a fabricar cervezas con alcohol y ampliar la producción, siempre que la gente se anime y el producto funciones.
El equipo cree que también existe la posibilidad de abandonar las técnicas tradicionales de fabricación de cerveza, para reducir el uso de materias primas, mano de obra y energía.