El presidente estadounidense, Joe Biden, planea ponerle fin a la emergencia nacional de salud pública y de COVID-19, el próximo 11 de mayo. Esto significaría disolver el equipo de respuesta que fue conformado para combatir el virus.
La Casa Blanca apunta a un futuro en el que el COVID-19 y la vida normal puedan coexistir.
«Esta decisión se alinearía con los compromisos anteriores de la administración de emitir un aviso al menos 60 días antes de que termine la (emergencia de salud pública)”, se lee en el comunicado emitido por la Casa Blanca.
El termino de esta declaratoria, también, pone fin a algunos beneficios para los estadounidenses, como las pruebas y tratamiento gratuito contra el coronavirus.
La pandemia del coronavirus ha matado a más de 1,1 millones de personas en los Estados Unidos.