El presidente de Francia, Emmanuel Macron, impuso la vigencia de la polémica e impopular reforma de pensiones con la que se aumenta la edad de jubilación de los trabajadores sin el voto de los diputados.
La medida había sido aprobada por el Senado, pero tenía que pasar por la Asamblea Nacional antes de entrar en vigencia.
La plenaria, según recoge DW, estuvo marcada por un intenso debate que generó gritos entre los diputados de la oposición durante la intervención de la primera ministra Élisabeth Borne en la exposición del proyecto.
Ante el temor de no contar con los votos de los partidos aliados en la Asamblea, el presidente hizo uso de poderes especiales para que la medida se convierta en ley de la República sin el visto bueno de los diputados.
A raíz del hecho, los legisladores opositores anunciaron la presentación de una moción de censura, medida con la que podrían revertir la vigencia, siempre y cuando tengan los votos del pleno.