Japón causa polémica al anunciar que verterá al mar más de un millón de toneladas de aguas residuales radiactivas tratadas, procedentes de la destruida central nuclear de Fukushima, 12 años después del terremoto de 9 grados que causó un tsunami.
Esta acción de Japón ha generado protestas entre residentes japoneses y a malestar a varios países del Pacífico, que solicitan más información sobre el tema y los efectos que ocasionará estos vertidos de Fukushima.
El gobernador de la prefectura, Masao Uchibori, dijo que entiende el descontento que ha creado esto.
Además, indicó que es una situación difícil luego del accidente nuclear, por lo que pide al gobierno hacerlo con responsabilidad.