Las temperaturas en el Ártico están descongelando el permafrost de la región (una capa congelada de suelo debajo de la tierra) y provocando que virus con decenas de miles de años inactivos revivan y pongan en peligro la salud animal y humana.
Los investigadores señalan que en el suelo profundo de Siberia se aloja el pandoravirus, uno de los virus más antiguos, que puede volver a activarse gracias a los deshielos.
De acuerdo a Kimberley Miner, científica climática del Laboratorio de la NASA, el permafrost cubre una quinta parte del hemisferio norte y ha sustentado la tundra ártica y los bosques boreales de Alaska, Canadá y Rusia durante milenios, ha servido como una especie de cápsula del tiempo que conserva, además de virus antiguos, los restos momificados de varios animales extintos que los científicos han podido desenterrar y estudiar en los últimos años.
Jean-Michel Claverie, profesor emérito de medicina en Francia, analizó muestras de tierra tomadas del permafrost siberiano para ver si hay partículas virales. Está en busca de lo que describe como «virus zombis», y ha encontrado algunos.
Un área de preocupación más relevante es que, a medida que el permafrost se descongela, podría liberar los cuerpos de personas muertas hace mucho tiempo que podrían haber muerto de una enfermedad infecciosa y así liberar esa infección al mundo.