María Belén Chacón, de 34 años, fue abusada durante su infancia y adolescencia por su propio hermano, cuando ambos eran menores de edad, P. Chacón de 8 años y ella de 6 años, cuando ocurrieron los hechos, en Argentina, pero fue liberado porque no hubo pruebas contundentes y el tiempo en que se registraron los abusos, prescribieron.
La víctima recuerda los hechos que ocurrieron y cómo su hermano llegaba a su habitación a masturbarse frente a ella, desde que tenía 6 años. Esta situación continuó hasta a los 16 años que intentó penetrarla analmente, pero ella se defendió.
Belén denunció el caso al tener conciencia de que los abusos de su hermano no eran algo normal. Pese a las pruebas de la fiscalía, un juzgado decidió conceder la libertad a su hermano, por tecnicismo en el caso.
Para el Tribunal Oral de Menores N°1 de la Capital Federal, era un caso con pruebas circunstanciales, porque Belén no precisó las fechas exactas que ocurrieron los abusos, por lo que fue liberado.
La fiscalía de ese país había solicitado 10 años de prisión por este hecho, pero por los tiempos en que ocurrieron, según la leyes argentinas, ya prescribieron los delitos.
