Más de 100 perros entrenados en rescate se encuentran en Siria y Turquía, para tratar de localizar a supervivientes de los terremotos. Son héroes caninos que usan su olfato súper desarrollado para identificar víctimas, ya sea que estén vivas o muertas.
Este trabajo que realizan los perros de rescate, como ‘Rambo’, el miembro canino del equipo USAR de El Salvador, es el trabajo de muchos años de adiestramiento, que inicia cuando son unos cachorros. Y la raza que más se utiliza en Fuerzas Armadas, Policía o grupos de rescate es el pastor belga malinois.
«A la hora de una verificación de una posible víctima, el perro comienza a hacer gestos en el punto donde se encuentra la víctima; y si la víctima está muerta, el perro no ladra, solo se sienta. Pero si el perro ladra en un mismo lugar, significa que la víctima está con vida», explicó el subcoordinador del Grupo USAR en Turquía, Roberto Martínez.
Estos animales se vuelven una herramienta indispensable en situaciones como esta, ya que los equipos de rescate trabajan contra reloj, para buscar posibles sobrevivientes debajo de los escombros de grandes estructuras como edificios.