El funeral solemne del papa emérito Benedicto XVI, se realizó hoy en la plaza de San Pedro. Sus restos fueron enterrados en una tumba en las Grutas Vaticanas.
El último adiós de Ratzinger fue presidido por el papa Francisco y congregó a autoridades de numerosos países y unas 50 mil personas en una plaza vaticana cubierta por la niebla.
Su féretro reposó sobre una alfombra durante todo el funeral frente a la muchedumbre, con un Evangelio sobre su tapa, y una vez concluido el rito fue trasladado al interior de la basílica para su sepultura en la cripta, en un agujero donde estuvo el féretro de Juan Pablo II.
El cuerpo de Benedicto XVI fue depositado en el triple ataúd tradicional para los Papas: uno de madera de ciprés, otro de zinc y el tercero de roble.