El 28 y 29 de julio pasado, 49 delegaciones de países africanos asistieron a San Petersburgo, donde se celebró el segundo encuentro Rusia-África, en busca de estrechar sus relaciones.
En ese evento, el presidente ruso, Vladimir Putin, ofreció gratis, incluido el flete, miles de toneladas de cereales para esas naciones pobres que, según Occidente, son afectadas por la salida de Rusia del denominado acuerdo de granos con Ucrania.
Rusia ha estado bombardeando los puertos de Odessa para impedir la salida de los barcos hacia otros países, afectando millones de personas, especialmente a países pobres.
La guerra contra Ucrania ha avivado los esfuerzos rusos por ganarse el respaldo de los países africanos, varios de estos ya tienen presencia rusa en apoyo militar a través del grupo Wagner.
Desde 2014, Rusia ha logrado acuerdos en materia nilitar con Guinea, Sierra Leona, Gambia, Botswana, Zambia, Zimbabue, Mozambique, Tanzania, Burundí, Ruanda, Etiopía, Niger, Shad, Nigeria, Camerún, República Centroafricana, Nigeria y Burkina Faso.
La presencia de Rusia en el continente africano se debilitó cuando en 1991 colapsó la Unión Soviética, y pasaron casi 30 años hasta que Vladimir Putin volvió a esa zona.
Entre 2005 y 2015, la interacción comercial entre Rusia y África creció un 185% de acuerdo con cifras de Naciones Unidas.En 2017 el comercio entre ambas partes aumentó un 26%, a US$ 17.400 millones
