El número de bebés nacidos en Japón cayó por debajo de los 800,000 por primera vez desde 1899, lo que significa que, registra la cifra de nacimientos más baja, marcando el séptimo año de mínimos históricos.
Con 799,728 nacimientos frente a 1,58 millones de defunciones en 2022, el Gobierno nipón se comprometió a duplicar los fondos que dedica a las políticas infantiles y de crianza.
Yoshihiko Isozaki, subsecretario jefe del Gabinete de ministros, calificó esta caída de la natalidad como «una situación crítica». «En mi opinión, hay varios factores intrincados que impiden a las personas hacer realidad sus esperanzas de matrimonio, nacimiento y crianza de hijos», declaró.
Estas cifras ponen al descubierto los desafíos a los que se enfrenta la nación ante el rápido envejecimiento de su sociedad.