Debido a que consideran que los padrinos ha perdido su valor original, la iglesia católica de Italia ha anunciado que suprimirá esta figura en todas las diócesis del país.
A partir del próximo 9 de abril, y por los próximos tres años, se van a suspender el requisito de padrino y madrina para los bautizos.
Esta propuesta, que de momento es de carácter experimental, se debe a que los líderes religiosos consideran que en la actualidad solo se da por cumplimiento formal o costumbre social.
Cada diócesis deberá evaluar nuevas figuras de acompañamiento, con las que se pueda recuperar el verdadero del sentido eclesial.