A diez días que se descarrilara un tren que circulaba por East Palestine, en el Estado de Ohio y que luego causó un incendio controlado para eliminar algunos de los químicos que se transportaban en parte de los 150 vagones que transportaba esa máquina ferroviaria, surgen teorías conspirativas para ocultar la verdad de los hechos.
Entre las teorías conspirativas que circulan en redes sociales, van desde el caso de un globo chino y el avistamiento de objetos voladores no identificados (OVNI) en varias partes de los Estados Unidos.
El temor cunde en varios pueblos cercanos al descarrilamiento, luego que se diera a conocer que cinco de los vagones destruidos estaban cargados con cloruro de vinilo, un agente químico altamente peligroso e inodoro que es utilizado para la fabricación de plástico en revestimiento de cables o materiales de embalaje.
Los mayores temores surgieron luego de un poderoso incendio que obligó a la evacuación de varios pueblos cercanos a las vías y al temor de que miles de personas resultaran afectados por la inhalación de humo proveniente de ese producto tóxico. El humo sería una columna de fosgeno y cloruro de hidrógeno en toda la región.
Incluso se dice que los químicos ya afectaron las aguas de uno de los ríos que sirve a millones de personas. Los problemas tóxicos pueden provocar cáncer de hígado.
Aún no se precisa el alcance medioambiental del percance y está por determinarse, así como las implicaciones legales y las consecuencias sanitarias para East Palestine, el pueblo de 5.000 habitantes donde se produjo el descarrilamiento.
Esta desgracia muchos la califican de un “Chernobyl químico”, y políticos han comenzado a relacionar con esta tragedia los recientes avistamientos y derribos de objetos voladores no identificados en el espacio aéreo estadounidense, que según ellos estarían siendo usados como una forma de distracción.