El gobierno de Daniel Ortega prohibió a la jerarquía y feligresía de Iglesia Católica, de esa nación, realizar las procesiones y oficios de cuaresma y Semana Santa en la vía pública.
Además, amenazó, en caso de faltar a esta indicación, con cerrar los templos nuevamente, como habría hecho en 2022.
La Policía nicaragüense ha comunicado a las iglesias nicaragüenses la prohibición de llevar a cabo procesiones, aunque no ha trascendido un motivo concreto ni la duración de la medida. La semana pasada, Ortega calificó de ser “una mafia” a la jerarquía católica.