En Estados Unidos, una madre que asesinó a su hija de 5 años, mientras le practicaba un exorcismo, fue condena a pasar toda su vida en una cárcel. La mujer terminó confesando que había mordido y golpeado a la pequeña para expulsar los «espíritus malignos».
Se trata de Shekinah Akbar, de 33 años, quien el día de los hechos llamó a las autoridades y dijo que “unos vecinos habían torturado y golpeado a su pequeña durante horas”, causándole la muerte; lo que resultó ser un testimonio falso, luego de las investigaciones.
Al final del caso, se pudo determinar que la mujer sometía a la niña a rituales para, según ella, exorcizarla debido a que estaba poseída por un demonio.
