Para que un centro sea autorizado deberá contar con la calificación del lugar a escala municipal, permisos sanitarios, certificación del cumplimiento de medidas de seguridad y prevención de incendios, acreditación del nivel educativo y cumplimiento de la norma técnica para la instalación y funcionamiento de los Centros de Atención a Primera Infancia (CAPI).
Los derechos de la Primera Infancia en El Salvador han sido reconocidos por el actual gobierno, lo que dio paso a que en el país exista, por primera vez, una ley a favor de este sector.
A partir de la implementación de la Ley Crecer Juntos, impulsada por la Primera Dama de la República, Gabriela de Bukele, surgieron los Centros de Atención a la Primera Infancia (CAPI), que son los encargados de promover una atención integral a las niñas y niños en su etapa inicial.
En esa línea, la ley establece que las instituciones públicas, autónomas y privadas, que cuenten con más de 100 personas laborando, deberán ubicar y adecuar el espacio donde funcionarán los CAPI para atender a las hijas e hijos del personal mientras se encuentren desarrollando sus funciones.
Por eso, las autoridades hacen un llamado a los empleadores para que se inscriban e inicien el proceso de instalación de los centros de atención para brindar atención oportuna a la niñez.
“Los CAPI son ideales para que las niñas y niños puedan desarrollarse bajo una atención especializada y lúdica. Invitamos a los patronos a dar este servicio a las hijas e hijos de sus empleados. Invitamos a los patronos con 100 o más empleados a iniciar este proceso en http://simple.sv y dar este servicio a las hijas e hijos de sus trabajadores», destacó el Consejo Nacional de la Primera Infancia.
El objetivo de estos centros es proveer espacios de estimulación y educación inicial para la niñez desde los primeros meses de vida hasta los cuatro años, favoreciendo el desarrollo físico, cognitivo, afectivo y social.
