Las autoridades del Tribunal Superior de Coconino, Arizona, Estados Unidos, condenó a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional a Elizabeth Archibeque, de 29 años, que encerraba a su hijo hasta 16 horas al día en un armario como castigo por tomar comida mientras dormía junto a su marido.
El juez calificó el suceso como «comportamiento atroz, cruel y depravado» a los hechos que se remontan en 2020 cuando la abuela del niño que solo pesaba 8 kilogramos y lo encontró en la casa inconsciente y llamó a la policía.
«Una gran parte de mí murió junto con mi precioso hijo (…) no pasa un día sin que me duela […] Lo siento muchísimo”, dijo la mujer que se declaró culpable durante el proceso.
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