Al menos siete pasajeros del vuelo 469 de Lufthansa fueron trasladados a un centro médico luego de sufrir algunas lesiones debido a la turbulencia que atravesó el avión tras su despegue. El vuelo tenía como destino Alemania, pero fue desviado a Virginia para hacer un aterrizaje imprevisto.
El comunicado emitido por la aerolínea señaló que, una breve pero severa turbulencia ocurrió unos 90 minutos después del despegue y resultó en lesiones menores a algunos pasajeros.
“Esta fue la llamada turbulencia de aire claro, que puede ocurrir sin fenómenos meteorológicos visibles o aviso previo”, agregó el comunicado.
Una de las pasajeras, Susan Zimmerman, relató que acababa de terminar de comer y estaba a punto de ir al baño cuando se produjo la turbulencia.
“Durante el servicio de la cena, de repente hubo una cizalladura del viento, el avión aumentó de altitud, luego caímos 300 metros. Fue como una caída libre inesperada durante cinco segundos desde lo alto de una montaña rusa, los platos y la cristalería estaban en el techo y luego esparcidos por el piso”, añadió.
La mujer dijo que en dos ocasiones el avión se sentía como si estuviera cayendo repentinamente y podía escuchar gente gritando y vidrios rompiéndose.
Después de que el avión aterrizó, los socorristas abordaron el vuelo y atendieron a los heridos.