Japón busca elevar la edad mínima de consentimiento sexual a 16 años, como parte de una amplia reforma de su legislación contra las agresiones sexuales.
Estas recomendaciones se producen tras una serie de absoluciones en Japón en casos de violación debido a que la edad mínima actual por consentimiento sexual es de 13 años, la más baja de los países del G7.
Según la ley actual sobre relaciones sexuales -que no fue modificada desde su introducción en 1907-, se considera que a partir de los 13 años los menores pueden consentir voluntariamente tener actos sexuales.
Esta legislación dificulta que las víctimas más jóvenes puedan llevar a sus agresores sexuales ante la justicia, mientras que en muchos otros países ese acto sería directamente punible.
Esto permite a los agresores «culpar a sus víctimas, alegando que ellas mismas iniciaron o disfrutaron las relaciones sexuales».