Brasil hundió este viernes un antiguo portaviones con materiales tóxicos en el Atlántico; lo que ha provocado que organizaciones ambientales se muestren preocupados por los posibles peligros para la fauna marina debido a la alta toxicidad del casco de la nave.
Según información de instituciones brasileñas el casco del navío contiene 9,6 toneladas de asbesto, también llamado amianto, que es una sustancia potencialmente tóxica y cancerígena, así como 644 toneladas de pintura y otros materiales peligrosos.
Entre tanto, la Red de Acción de Basilea junto con Greenpeace y Sea Shepherd emitieron un comunicado en conjunto y aseguraron que el hundimiento viola «tres tratados internacionales» sobre medioambiente; además de que causará serios daños, con impactos a la vida marina y las comunidades costeras.