El presidente de la República, Nayib Bukele, resaltó hoy la acción de destruir las lápidas con símbolos de pandillas en los cementerios donde yacen los restos de pandilleros, una tarea que nunca fue posible ejecutarla con los gobiernos anteriores.
El mandatario dijo que desarticular a las pandillas no es “un trabajo fácil”. “De hecho, siempre se creyó que era imposible porque estaban enraizadas en la sociedad”, explicó.
De acuerdo con el presidente Bukele: “Lograrlo requiere de muchas acciones simultáneas. Una de ellas es destruir sus símbolos, su sentido de pertenencia, su memoria”.
Esta semana, en la conmemoración del día de los difuntos, se destruyeron las lápidas donde están sepultados los restos de miembros de estructuras que sembraron terror en la ciudadanía.