El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), confirmó que más de la mitad del total de los manglares que hay en El Salvador se ubican en la bahía de Jiquilisco, del departamento de Usulután, permitiendo dar refugio a aves y reptiles.
Técnicos de Medio Ambiente informan que los manglares son de mucho apoyo para una rica biodiversidad al proporcionan un valioso hábitat para peces y crustáceos, también funcionan como pista de aterrizaje y zonas de anidamiento de una gran cantidad de aves, además de dar refugio a culebras, lagartos y caimanes.
Se dice que los mangles son árboles que toleran tanto el agua dulce como el agua salada y de los pocos que se han adaptado para vivir en condiciones de inundación, como también en climas extremos.
Los manglares son capaces de capturar hasta cinco veces más carbono que otros bosques tropicales, ya que sus suelos son sumideros de carbono altamente efectivos.
La madera de las ramas o de árboles que son derribados por los fuertes vientos sirve de combustible para las familias que residen en los alrededores de ese ecosistema, de ahí la importancia de cuidar los manglares en El Salvador.