Amnistía Internacional emitió un comunicado reprochando el régimen de excepción aprobado por la Asamblea Legislativa a fin de que la Policía Nacional Civil (PNC) y elementos de la Fuerza Armada puedan capturar a miembros de estructuras criminales, sin la necesidad de tener una orden de captura judicial o administrativa de la Fiscalía General de República (FGR).
Desde la madrugada del domingo 27 de marzo hasta la noche de este lunes 9 de mayo las autoridades confirman la captura de 27 mil 344 pandilleros, como también la incautación de cientos de armas de fuego de diferente calibre con su respectiva munición, vehículos, propiedades, motos, drogas y millones de dólares en efectivo.
En el comunicado Amnistía Internacional dice que la declaratoria es de carácter urgente, para mostrarles al presidente de la República, Nayib Bukele Ortez, que el mundo está mirando lo que esta ocurriendo en el país, en cuanto a las capturas de los pandilleros y al trato no tan hostil que reciben en las cárceles.
Incluso Amnistía Internacional se atreve a pedir al presidente Bukele Ortez, que tome todas las medidas necesarias para poner fin de inmediato a las violaciones de derechos humanos que tienen lugar en el contexto del régimen de excepción, y que diseñe estrategias de seguridad pública que garanticen los derechos fundamentales.
Sin embargo, Amnistía Internacional omitió en su informe encuestas que se han realizado a la población en general que abalan el régimen de excepción, porque ha permitido la reducción de homicidios, desapariciones, la limitación a la libre circulación y el pago de extorción, entre otros delitos.
Desde la madrugada del 27 de marzo se puede decir que historia se ha comenzado a cambiar para bien en El Salvador, incluso gobiernos amigos de nuestro país reconocen la valentía que tiene el presidente Nayib Bukele Ortez de enfrentar a las pandillas, que en el pasado recibieron hasta dinero a cambio de apoyo electoral.
Incluso en el gobierno del expresidente y prófugo de la justicia salvadoreña, Mauricio Funes Cartagena, promovió un pacto entre pandillas que permitió llevar hasta prostitutas a los centros penales, licor, dinero, señal del internet, mientras la población seguía sufriendo los ataques de los pandilleros.